Hola compañeros. Escribo estas líneas con el simple motivo de desahogar la frustración que siento debido a la historia con mi Vespa PK125S.
Heredada de mi padre hace apenas 5 meses, pronto pasó a ser mi vehículo principal y mi compañera diaria. Pero notaba que no iba todo lo fina que podía ir, por eso empecé a interesarme en su funcionamiento y mecánica. Tras empaparme de mucha información, la mayoría sacada de este foro, pronto empecé a hacerle mis primeras reparaciones. Tenía sus cosas raras: un filtro de aire cortado para facilitar la entrada de aire, un chicle de altas de 105, un sospechoso reguero de carburante en la unión del tubo de admisión con el cárter... Empecé a pensar que el señor que le restauró el motor a mi padre hace unos años, no era realmente un entendido y me puse manos a la obra. Lo primero que hice fue cambiar la tobera de admisión y ponerle una junta nueva. Solucioné el problema de esa entrada de aire extra que tenía la moto y por lo tanto, la carburación se quedó totalmente desfasada. Empecé a bajarle chicles hasta que la cosa mejoró, pero aun quedaba el tema del filtro de aire original. Al montarlo la moto ya me pidió el chicle 76, el que viene original de fabricación. Y por fin la Vespa iba como la seda, con un consumo óptimo, sin ratear tanto a bajas revoluciones, con la bujía con ese color café con leche que da gusto y más tranquilita y equilibrada.
Hasta ayer... que llegando a casa la moto se me paró de repente y no la pude volver a arrancar. No le llega chispa a la bujía. Repaso de conexiones en la bobina de altas, revisión del cableado en general y sin más remedio, transporte hasta mi taller de confianza. Charla con mi amigo el mecánico: "hay que ver primero si es la bobina, el encendido Femsa suele dar estos fallos, si la cosa es grave habría que adaptarle un kit de encendido tipo Ducati, pero para adaptarlo bien hay que ver si es compatible con el cigüeñal que tiene esta Vespa, etc, etc, etc..."
Total que la alegría de una Vespa que iba a la perfección se me pasó pronto, y ahora a esperar estos días el veredicto. Si resulta ser lo peor, el desembolso para la reparación ya es bastante importante y no está el horno para bollos en estos momentos. Seguramente tendré que aparcarla en la cochera esperando mejores tiempos. En fín... esta es mi historia, perdonad por el tocho, pero al menos yo me he desahogado un poquito contando mis experiencias en este foro del que tanto he aprendido. Gracias por "escucharme".