Tener este tipo de experiencias te enseña que la vida existe precisamente para poder vivirla y que si bien el trabajo y la rutina son necesarios para lograr mayor estabilidad no significa que sea lo único y mucho menos la más importante en la vida. La plenitud jamás la alcanzaras sentado frente a un escritorio, en cambio la libertad que llegas a sentir en todo tu ser mientras vas rodando por una carretera difícilmente la podrás sentir bajo otra circunstancia. Viajar alimenta el alma y el espíritu.
Cuando viajas conoces otras personas y otras culturas, eso amplia tu mente y te hace caer en cuenta de que no eres el único ser en el universo y que éste no gira alrededor de ti, te haces más tolerante y sensible ante las circunstancias de los demás y finalmente te das cuenta de que todas las personas somos importantes, aprendes a agradecer por lo que eres y por lo que tienes, porque de verdad es una bendición poder regresar a casa después de un gran viaje en moto y enriquecido con tantas experiencias. Salir de tu zona de confort te hace crecer y al mismo tiempo valorar más a los que amas y te aman.
Pero salir de viaje en moto no sólo te enseña de los demás, al salir a rodar aprenderás mucho más de ti mismo que de los demás, seguro te enfrentarás a situaciones complicadas, que te harán desarrollar habilidades que nunca imaginaste tener y descubrirás en ti una fuerza que no sabías que tenías, seguro después de cada viaje regresarás siendo una versión más consciente y madura de ti mismo.
Y finalmente aprenderás que la vida es como un viaje en moto, que todo es parte del camino, que nada es para siempre y que hay que dejar atrás el pasado para estar más listos y preparados para lo que viene, no podemos quedarnos varados en un sólo lugar sólo por apegos, porque entonces nos perderíamos de todas las maravillosas y enriquecedoras experiencias que nos vienen de frente y aunque un viaje llegue a su fin, siempre podrás iniciar uno nuevo.
Así que saquen su moto y vámonos a rodar!
Cuando viajas conoces otras personas y otras culturas, eso amplia tu mente y te hace caer en cuenta de que no eres el único ser en el universo y que éste no gira alrededor de ti, te haces más tolerante y sensible ante las circunstancias de los demás y finalmente te das cuenta de que todas las personas somos importantes, aprendes a agradecer por lo que eres y por lo que tienes, porque de verdad es una bendición poder regresar a casa después de un gran viaje en moto y enriquecido con tantas experiencias. Salir de tu zona de confort te hace crecer y al mismo tiempo valorar más a los que amas y te aman.
Pero salir de viaje en moto no sólo te enseña de los demás, al salir a rodar aprenderás mucho más de ti mismo que de los demás, seguro te enfrentarás a situaciones complicadas, que te harán desarrollar habilidades que nunca imaginaste tener y descubrirás en ti una fuerza que no sabías que tenías, seguro después de cada viaje regresarás siendo una versión más consciente y madura de ti mismo.
Y finalmente aprenderás que la vida es como un viaje en moto, que todo es parte del camino, que nada es para siempre y que hay que dejar atrás el pasado para estar más listos y preparados para lo que viene, no podemos quedarnos varados en un sólo lugar sólo por apegos, porque entonces nos perderíamos de todas las maravillosas y enriquecedoras experiencias que nos vienen de frente y aunque un viaje llegue a su fin, siempre podrás iniciar uno nuevo.
Así que saquen su moto y vámonos a rodar!