Bueno, ya sabeis que muchos de nosotros tenemos una rara enfermedad que se llama síndrome de diógenes vesperil, y para el que no lo sepa, consiste en acaparar todo tipo de "yerros" inservibles para ir acumulándo kilos de chatarra en forma de escúteres de metal.
Esta enfermedad, la cual me ha tocado sufrir a mi y a todo mi familia por extensión, se cura con la medicación adecuada (sobre todo muchas dosis de racionalidad y broncas de la parienta)... cuando estas en fases controladas, consigues dejar pasar todas las vespas y lambrettas que se te ponen a tiro, pero cuando tienes una recaida.... pues es peor, es decir, vuelves con mas fuerza....
Pronto os desvelaré cuáles son mis dos nuevas niñas que son para quedarse de por vida conmigo, ya que la medicación la he abandonado definitivamente...
Solo puedo adelantaros que se tratan de dos modelos completamente distintos y ciertamente exclusivos, una de 1990 para no tocarle nada (6000 km, pintura de origen, todo nuevo) y otra de 1967 también con todo de origen y sin golpes u óxido.
El trato está cerrado y pronto las recogeré de una nave en las que llevan una mas de 30 años sin ver la luz del sol y la otra mas de 15.
Un saludo.