Hola, mi nombre es Miguel y soy de Valencia, desde bien pequeño me han gustado los coches y motos clásicas, y siempre he estado esperando la oportunidad de tener el tiempo, dinero y espacio suficiente para poder realizar una restauración.
Pues bien, el día tan esperado y soñado llego hace tiempo, cuando llegas a tener una estabilidad económica, un trabajo que cada mes se consolida y un espacio donde poder realizar todos los trabajos que requiere una restauración, es cuando empiezas a estudiar las posibilidades de cada vehículo.
En ese momento empiezas a indagar por páginas de anuncios, semana tras semanas y día tras días, ves muchas motos bonitas, unas con muchas posibilidades y otras con menos y empiezo a fijarme en unos cuantos modelos en concreto. Quería una moto con motor pequeño, facilidad para reparar y encontrar piezas y si se pudiera que fuera de 125cc.
Me marque un precio fijo, del cual no podía pasarme y 3 requisitos, que tuviera papeles, que estuviera funcionando y que no tuviera podridos. Vamos quería evitar por todos los modos los dolores de cabeza principales.
Por suerte y como he visto tantas y tantas veces en foros tuve un día de suerte, comentando mi búsqueda de una moto a un compañero de trabajo, me ofreció su vespa 160cc del año 1973, en orden de marcha y la cual llevaba utilizando a diario para ir a trabajar, sobre 10km/día, durante el último año.
La mire y remire, hablamos del precio, he hicimos trato.