La semana pasada en una salida con mi gran amigo Rafa y su Lambretta mi PR me hizo un extraño con el embrague.
En un momento dado, habíamos más de 50 motos saliendo de un recinto vallado y de repente en primera con el embrague apretado, mientras dejas pasar y te dejan pasar, empiezo a notar que la moto quería salir, tengo que sujetarla con los pies y se me cala varias veces. Todo eso enmedio de un monton de motos queriendo salir a la vez.
Bueno, pues ya salgo a la carretera y todo bien hasta que unos 15Km más tarde, en una subida, noto como que algo cambia en el sonido del motor, incluso intuyo un chirrido. Iba a fondo, así que relajo el puño y todo normal.
Paramos 10 minutos y al volver aponer la moto en marcha, noto cláramente como patinaba el embrague.
Despacito volvemos para casa, sin olvidarnos parar a merendar antes, claro. En el trayecto, era obvio que en 4ª al dar gas, patinaba el embrague.
Nada más llegar a casa, encargo discos, separadores, junta, tuerca y arandela.
Hoy he cambiado el embrague, he puesto el kit newfren estandar de 3 discos con sus separadores.
Me he llevado varias sorpresas, buenas y malas, la buena es que había aceite, ha salido casi la misma cantidad que ha entrado del nuevo.
Para más info, Castrol MTX 80W. He aquí foto de la botella y el "tupper" donde he tenido los discos en remojo.
Mi sorpresa ha sido que los discos antiguos no estaban mal (o eso me parece a mi):
Llevaba un kit de esos de 4 discos "reforzados" que me apetecía mucho cambiar desde hace tiempo.
Hasta aquí todo razonablemente bien, el embrague hace extraños, primero se pega, luego patina, vamos, lo normal en una Vespa, como diría mi amigo Arturo.
Pero lo que me ha preocupado es que ¡he encontrado oro!
Bueno, debe ser bronce del casquillo de la campana del embrague:
Y después de todo este tocho, mi pregunta:
¿Debo preocuparme por esto último?
¿Qué opináis?
Saludos.